Casi la mitad de las personas dice tener piel sensible, que puede provocar sensación de rigidez, sequedad, picazón, ardor y enrojecimiento. La piel se vuelve sensible cuando se irritan las terminaciones nerviosas de la capa superior de la piel. A menudo, es el resultado de un daño en la barrera protectora de la piel, que permite la penetración de sustancias irritantes y alérgenos en la piel capaces de provocar enrojecimiento e inflamación.
El mundo del cuidado de la piel puede ser intimidante para todos. A simple vista, hay una interminable lista de distintos tipos de geles, cremas y aceites, cada uno para un fin, condición o tipo de piel distinto. Para las personas con piel sensible, el cuidado de la piel puede ser aún más abrumador.
¡No temas! Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre la piel sensible: lo que hay que hacer, lo que no hay que hacer y los ingredientes importantes.
Si bien algunas personas tienen una predisposición genética a la piel sensible, para muchas otras la sensibilidad se debe a su entorno y su estilo de vida. Algunos causantes de la piel sensible:
Si bien la piel sensible puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, es más visible en el rostro. Ocurre cuando la función correspondiente a la barrera natural de la piel se ve comprometida: se pierde agua y penetran irritantes. Los síntomas se pueden agravar debido a la exposición al sol y a ciertos ingredientes de cosméticos y limpiadores.
Si tienes piel sensible, necesitas un régimen diario de limpieza e hidratación que sea suave, con ingredientes diseñados para nutrir y aliviar la piel. Las fórmulas de AVEENO® Colloidal Oatmeal ayudan a retener la hidratación, aliviar y calmar la piel sensible, y restaurar la barrera para la humedad de la piel. Las fórmulas de AVEENO® Calming Feverfew® ayudan a disminuir la aparición del enrojecimiento y aliviar la piel sensible.
Usa agua tibia (no caliente).
Usa limpiadores suaves, con jabón y sin fragancia que no sequen o irriten demasiado la piel; de lo contrario, la barrera para la humedad se verá comprometida.
Seca la piel con palmaditas suaves en lugar de frotarla.
Evita el uso de exfoliantes y toallas de baño.
Hidrata la piel con humectantes faciales y corporales (dentro de los primeros minutos después de bañarte o ducharte).
Aplica primero los medicamentos recetados por el médico y luego aplica abundante cantidad de humectante. En el caso de algunos medicamentos, es posible que debas esperar entre 15 y 20 minutos antes de aplicar el humectante. Asegúrate de seguir las instrucciones del médico.
Usa sombreros, ropa y pantallas solares con protección de amplio espectro contra los rayos UVA/UVB.
Elimina de tu rutina las sustancias químicas y ambientales que causan irritación. Por ejemplo, pueden estar presentes en artículos para el cuidado personal, productos de lavado, artículos de limpieza del hogar, muebles, pinturas y más.
Cambia con mayor frecuencia las toallas de baño y fundas de almohadas, y deshazte del maquillaje y los productos cosméticos más viejos. Lava con frecuencia las brochas para maquillaje y déjalas secar al aire.
Cuando quieras usar un producto nuevo, pruébalo siempre en la muñeca, el brazo o detrás de la oreja antes de usarlo en el rostro o el resto del cuerpo.
Evita tanto como sea posible los causantes más comunes de la piel sensible, como jabones abrasivos, alcoholes, sustancias químicas y fragancias. Consulta las etiquetas de los productos para el cuidado de la piel.
A menos que vivas en una zona con clima húmedo, usa un humidificador para que tu piel esté siempre hidratada.
El estrés y el sueño son factores importantes de tu estilo de vida que pueden influir en la salud de tu piel.
Hay enfermedades que pueden provocar los síntomas propios de la piel sensible. Muchas veces, se confunde la rosácea, el eczema y la dermatitis de contacto alérgica con piel sensible. El dermatólogo es el mejor recurso para descubrir la causa del problema y desarrollar un plan de tratamiento para sanar la piel y mantenerla en buen estado.
Alivia y cuida de la piel que se irrita fácilmente con productos suaves especialmente formulados para el uso diario.
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